20 de septiembre, día del librepensamiento
Librepensamiento
La Toma de Roma, es el título con el que se conoce al evento final de — Il Risorgimiento — , en referencia al conjunto de campañas desarrolladas durante el siglo XIX; que concluyeron en la unificación de la península italiana por parte del rey Vittorio Emanuele II de la Casa de Saboya, el 20 de septiembre de 1870, dicho proceso contaría con el protagonismo del hermano masón Giuseppe Garibaldi.
La marcha del cuerpo de infantería Bersaglieri, accediendo a la Ciudad Eterna mediante la apertura de una brecha en la Porta Pía, se convirtió en un ícono de la reunificación, dicho evento resultó ampliamente retratado por los artistas de la época; destacando la obra de Carlo Ademollo “Breccia di Porta Pia”.
El 20 de septiembre, se consagraría entonces como la fecha conmemorativa del Librepensamiento, concepto que ha sido interpretado de diversas formas y, a su vez, su significación ha sido desarrollada históricamente en relación a los distintos abordajes con que se lo ha comprendido.
En un sentido amplio, El Librepensador, no puede entenderse simplemente como aquella persona que opta por no adherirse a un dogma establecido, sin apelar al uso de la razón. Es por medio de ésta que se rechaza la aceptación de los dogmas e imposiciones dadas por el mero hecho de ser tales. No obstante, es preciso remarcar que, las definiciones de este carácter generalista obstaculizan la noción que se pretende precisar. Bajo tal amplitud serían referentes de tales ideas figuras que desarrollaron un pensamiento tan heterogéneo como John Dee, Voltaire, los sofistas, Giordano Bruno, etc.
Durante el llamado “Siglo de las Luces”, sobresalieron intelectuales que defendieron los ideales ilustrados como el progreso asentado en la razón.
Los límites del concepto de Librepensamiento, en un sentido estricto, no podrían ser tomados de forma absoluta o rígida, puesto que no se trata de comulgar con un temario unívoco ni de cumplir con una obligación intelectual por compartir todas las posiciones. Mas aún, otras figuras afines a tales ideales también podrían ser incluidas en el librepensamiento, a pesar de que el término no se haya usado explícitamente en relación con ellos. Por ejemplo, en Francia se usaron calificativos como “racionales” (en contraposición a los “religionarios”), “libertinos teóricos”, “filósofos” (philosophes), y directamente, librepensadores. La tradición francesa del “libertinaje filosófico” se suele restringir a ciertos grupos y épocas, como aquellos autores franceses cuya herencia intelectual se encontraba principalmente en Montaigne, Charron y en el llamado pensamiento escéptico (o Neopirronismo). Estos eruditos eran contrarios a las imposiciones autoritarias (particularmente las eclesiásticas). Destacan nombres como François de La Mothe Le Vayer, Pierre Gassendi, Gabriel Naudé o Élie Diodati.
Durante el llamado “Siglo de las Luces”, sobresalieron intelectuales que defendieron los ideales ilustrados como el progreso asentado en la razón. En la Ilustración francesa dejaron su marca pensadores como Denis Diderot, Jean le Rond d’Alembert, Voltaire, Montesquieu, Jean-Jacques Rousseau, Helvétius, etc. La Enciclopedia dirigida por Diderot y d’Alembert fue un ambicioso proyecto que se convirtió en un símbolo de la Ilustración. L’Encyclopédie era un “diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios” que aglutinaba el conocimiento y divulgaba su contenido.
La Ilustración se desarrolló principalmente en Europa y particularmente en Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, aunque no exclusivamente.
El filósofo alemán Immanuel Kant, en su ensayo Respuesta a la pregunta: ¿Qué es la ilustración? (1784), afirma:
“La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad es la incapacidad de usar su intelecto sin la guía de otro. Esta minoría de edad es autoculpable porque su causa no se debe a la falta de razón, sino al valor y el coraje de servirse por sí mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón! Es el lema de la Ilustración.”
El eje central de dicha manifestación puede resumirse como “el uso de la razón para alcanzar la autonomía que se encuentra inhibida por la aceptación de una autoridad externa”.
La razón adquiere, así, un carácter emancipador en el ámbito práctico de sentido de la realidad. Las condiciones de dicha emancipación son a la vez éticas y políticas, esto es, que la primacía del uso de la razón frente a la mera obediencia involucra no sólo a un comportamiento social particular (ethos), sino transformaciones institucionales. No se trata, entonces, de una libertad individual de pensamiento (afín a la libertad de conciencia), sino que, consiste en el uso universal, público y libre de la razón autónoma.
La Respetable Logia Libertad Creadora N° 57 de La Plata, en el día del Librepensamiento, celebra la Libertad en su sentido mas amplio, entendiendo que la emancipación dogmática debe acompañarse del ideal de la razón como su leit motiv, para que la acción consciente se eleve sobre las ligaduras impuestas.
En palabras del filósofo platense Alejandro Korn:
“La acción consciente es el alfa y el omega, el principio y el fin, la energía creadora de lo existente. Ella desarrolla el panorama cósmico en la infinita variedad de sus cuadros, y ella le opone la gama infinita de las emociones íntimas.” —
Extracto de la obra “La libertad creadora” (XXIX ) — Alejandro Korn.