La Mujer, la Masonería.

--

Si bien la Masonería considerada regular es esencialmente masculina, resulta innegable la presencia de la mujer en términos esotéricos y simbólicos. Quizás la demostración más significativa de ello se encuentre presente en uno de los momentos más trascendentes y potentes de la vida masónica, cual es precisamente el ingreso a la Orden, la iniciación.

Resulta una costumbre ampliamente extendida que durante la Ceremonia de Iniciación se entreguen al nuevo Iniciado dos pares de guantes blancos, los cuales representan en términos simbólicos la pureza de las intenciones y las acciones del Masón, quien debe cuidar celosamente no mancillarlos de ningún modo con el egoísmo, la mentira y en general las pasiones que esclavizan al hombre.

Existen numerosos antecedentes históricos que dan cuenta de este hecho, muchos de los cuales se remontan a la época de la denominada Masonería “operativa”, aquella que fuera desempeñada por albañiles que erigían edificaciones magníficas en los cuatro cuartos del mundo…

Por caso, en el año 1322 en Ely (ciudad inglesa donde se levantó una gran catedral), el Sacristán compró guantes para los masones ocupados en esa obra, al igual que en 1456 en el Colegio Eton, donde se señaló que fueron entregados cinco pares de guantes a los albañiles que edificaban los muros, “como es obligación por costumbre”. Otro documento establece que en el Colegio Canterbury (Oxford), el Mayordomo anotó en sus cuentas que “se dieron veinte peniques como glove money (dinero de guante) a todos los masones ocupados en la reconstrucción del Colegio”. En 1423 en York (Inglaterra) diez pares de guantes fueron suministrados a los albañiles (“setters”).

Entre 1598 y 1688 se sucedieron varios documentos escoceses en los que se mencionaba la entrega de guantes a los picapedreros y albañiles. Desde 1599 existen pruebas que a cada masón en su Iniciación en el Oficio debía entregársele un par de guantes, que pagaba de su bolsillo. El documento más antiguo en esta materia es el llamado Estatuto Shaw, dirigido a la Logia “Kilwinning” en 1599, al que le siguen documentos de Aberdeen en 1670 y de la Logia de Melrose, de los años 1674 y 1675.

Sin embargo, el primer antecedente de la entrega de un segundo par de guantes, destinado a la mujer del Masón, data del año 1686, cuando Robert Plot, en The Natural History of Stafford-shire (Historia Natural del Condado de Stafford), relató que era costumbre entre los Francmasones que “cuando cualesquiera son admitidos en la Sociedad, se convoca una reunión de Logia, que debe consistir de por lo menos 5 o 6 de los Antiguos de la Orden, a quienes los candidatos obsequian con guantes, y asimismo a sus esposas…”. Posteriormente en 1723 se publicó el denominado “Examen de un Masón” en el periódico londinense El Correo Volante, que consigna: “Cuando es recibido un nuevo Francmasón, después de haber entregado a todos los presentes un par de guantes para hombre y un par para mujeres y un mandil de cuero…”.

(…) al Masón recientemente iniciado se le entrega un segundo par de guantes blancos, indicándole que su valor reside en que deberá ser entregado a aquella mujer amada.

Dicha práctica se transformó en una tradición en muchas Iniciaciones, y aparece en rituales franceses del siglo XVIII. Si bien en Inglaterra y Escocia esa costumbre fue perdiéndose desde comienzos del siglo XIX, en Argentina y otros países de Latinoamérica se mantiene viva: al Masón recientemente iniciado se le entrega un segundo par de guantes blancos, indicándole que su valor reside en que deberá ser entregado a aquella mujer amada, pilar mutuo en el que se sostengan sus esfuerzos constantes por el mejoramiento personal y el progreso social al que está llamado a dirigir sus esfuerzos hasta el día de su muerte física (…)

Así pues, queda de manifiesto que la Masonería exalta la influencia moralizadora, iniciática y regeneradora de la Mujer, aún cuando por preservación tradicional no sea directamente admitida en los trabajos formales. Con esos guantes, la mujer que acompaña en su vida al Iniciado — y que este considere más digna de recibirlos — ingresa espiritualmente en la Cadena Universal de la Orden, vinculándose a la Iniciación por medio del Masón que, en un acto sublime y singularísimo, le hace entrega de los guantes.

--

--

Respetable Logia Libertad Creadora N° 57
Respetable Logia Libertad Creadora N° 57

Written by Respetable Logia Libertad Creadora N° 57

El 22/04/2022, durante la Ceremonia de refundación de la Masonería Italiana en Argentina, la Logia Libertad Creadora N° 57 de La Plata -levantó Columnas -.

No responses yet