“La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América”
Hoy se conmemora un nuevo aniversario de la Reforma Universitaria. Sin dudas, un hito histórico y punto de inflexión en el desarrollo cultural y educativo de nuestro país.
Hace 103 años, un 15 de junio de 1918, terminó por consolidarse el movimiento reformista, promovido por una ferviente juventud académica que triunfó en uno de los bastiones de un sistema que, en vano, intentaba sostener estructuras que la sociedad ya había decidido dejar atrás. Esta victoria se logró, precisamente, en el campo de la Educación, el alma de toda sociedad y cuna de su futuro y porvenir.
Su objetivo fue, desde el inicio, plasmar en los Estatutos de la Universidad los ideales fundacionales de un nuevo paradigma académico, signado por el laicismo y la impresión de un eminente carácter científico a la educación universitaria.
Ese día, los estudiantes irrumpieron en la Universidad para impedir que se consumara la elección del rector que sostendría, con seguridad, el esquema de gobierno tal y como se encontraba hasta entonces. Declararon ellos una huelga general.
La Reforma Universitaria — tal la denominación que pasó a la posteridad para identificar a este movimiento — arraigó fuertemente en estudiantes de las carreras de Derecho, Ciencias Médicas e Ingeniería de la Universidad Nacional de Córdoba, quienes rápidamente lograron el apoyo y la adhesión de movimientos políticos de la provincia y de otras Casas de Estudio, por ejemplo, la de Buenos Aires.
Su objetivo fue, desde el inicio, plasmar en los Estatutos de la Universidad los ideales fundacionales de un nuevo paradigma académico, signado por el laicismo y la impresión de un eminente carácter científico a la educación universitaria. La autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras y los concursos de oposición, fueron las proclamas más trascendentes de la época. En estas premisas pueden resumirse las reivindicaciones de aquellos estudiantes, que fueron fuente de inspiración para muchos otros, tanto en América Latina, como en España y Estados Unidos, erigiéndose este en uno de los episodios con mayor potencia simbólica de la vida contemporánea argentina.
El 21 de Junio de 1918, días después del histórico suceso, se publicó en “La Gaceta Universitaria” el Manifiesto Liminar, bajo el título “La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América”. Este documento, ya en sus primeras líneas, proclamó: “A los hombres libres de Sud América: acabamos de romper la última cadena”, para luego desarrollar las grandes bases reformistas.
Aún en nuestros días, la Masonería sostiene en alto aquellas banderas que, en definitiva, traducen la inmortal trilogía sobre las que se asienta nuestra Orden: la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Mismas que la Reforma Universitaria de 1918 logró plasmar en sus reivindicaciones históricas, las cuales hoy constituyen baluartes indiscutibles de la educación superior argentina, porque en ellas se guarda la unión y el progreso que se aspira, algún día, logre la humanidad en pleno.
La Respetable Logia Libertad Creadora N° 57 de La Plata. recuerda y rinde tributo a aquellos hombres, con el anhelo de que el espíritu de su gesta se mantenga vivo e inalterable.