José Julián Martí Pérez: El Poeta, Ensayista y Masón Libertador Cubano
Nacido el 28 de enero de 1853, José Martí fue uno de los líderes más influyentes en la lucha por la independencia de Cuba. Desde joven, mostró su pasión por transmitir sus ideales revolucionarios, y a los 16 años fundó un periódico llamado “La Patria Libre”.
La colonización española en los primeros años del siglo XVI y la conquista de la isla, que continuó hasta inicios del siglo XX, marcaron profundamente la vida de Martí y su visión política. La opresión del pueblo cubano por parte de los españoles lo motivó a participar activamente en los primeros intentos de liberación. Su compromiso con la libertad de Cuba lo llevó a ser condenado a seis meses de trabajos forzados en 1868.
Martí fue deportado a España en 1871, pero aprovechó la oportunidad para continuar con sus estudios y obtener un título como abogado en la Universidad de Zaragoza. También dedicó su tiempo a escribir y publicar sus ensayos políticos. Regresó a Cuba en 1878, pero fue expulsado de nuevo a España en 1879. Finalmente, se refugió en Nueva York donde pasaría el resto de su vida. Durante su estadía en Nueva York, Martí se destacó como un escritor prolífico, y sus poemas y ensayos siempre fueron un fuerte testimonio de sus ideales de libertad.
En 1892, Martí fue elegido delegado del Partido Revolucionario Cubano, con sede en Nueva York. Durante tres años, planeó una invasión a Cuba, y en 1895, llevaron a cabo su proyecto. Martí llegó a Cuba en abril de 1895 con la intención de comenzar la invasión, pero murió el 19 de mayo de ese año durante una emboscada por tropas españolas.
Influencias Intelectuales
Durante su adolescencia en la Habana, Martí fue discípulo del intelectual, poeta y Hermano Masón Rafael María Mendive, quien tenía títulos en Derecho y Filosofía. Mendive influyó de manera importante en el pensamiento de Martí, y durante su exilio en España, Martí entró en contacto con las ideas positivistas.
Martí no se identificó directamente con la tradición de pensadores occidentales de la democracia, sino que creía que era necesario pensar la política en términos del contexto real de los pueblos americanos. Rechazaba la idea de una democracia teórica o importada y abogaba por una democracia auténtica y apropiada para los pueblos latinoamericanos, basada en valores como la libertad, la igualdad y la justicia social.
En su obra “Nuestra América”, Martí sostenía que la democracia debe ser un sistema político en el que el poder esté en manos del pueblo y que éste sea capaz de ejercerlo de manera consciente y activa. Para él, la democracia no era solo una forma de gobierno, sino un modo de vida en el que el pueblo estuviera comprometido con el bien común y la construcción de una sociedad justa e igualitaria.
…” Los jóvenes de América se ponen la camisa al codo, hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la palabra de esta generación. El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino! Se entiende que las formas de gobierno de un país han de acomodarse a sus elementos naturales; que las ideas absolutas, para no caer por un yerro de forma, han de ponerse en formas relativas; que la libertad, para ser viable, tiene que ser sincera y plena; que, si la república no abre los brazos a todos y adelanta con todos, muere la república…” —
Extracto de un discurso o escrito de José Martí, en el cual aboga por una democracia que se adapte a las condiciones y realidades de América y que promueva la creatividad y la inclusión de todos en la construcción de la nación. También se menciona la importancia de que la libertad sea plena y sincera para ser viable.
Martí también creía que la democracia implicaba la participación activa de la sociedad en el debate público y en la toma de decisiones políticas. Para él, era fundamental que el pueblo estuviera informado y educado para poder ejercer su derecho a la participación política de manera crítica y responsable.
En 1871 José Martí ya era Maestro Masón de la Logia Caballeros Cruzados N° 62, del Gran Oriente Lusitano Unido, bajo el nombre simbólico Anahuác. Además de encontrarse vinculado a varias Logias en toda América.
La Respetable Logia Libertad Creadora N° 57 de La Plata, conmemora al Hermano en Oriente Eterno José Martí, para quién la democracia era mucho más que un sistema político formal, era una forma de vida basada en valores y en la participación activa y consciente de la sociedad. Su pensamiento sigue siendo relevante en la actualidad y su legado es un llamado a la reflexión y al compromiso por una democracia auténtica y participativa en América Latina y en todo el mundo.
