El Alunizaje, el día del Amigo y la Francmasonería
Para Aristóteles la amistad estaba marcada por el fin a que se dirige. No basta con la semejanza o la compenetración para que la amistad sea buena; tiene que buscar fines buenos, solo así es verdadera y crece, como emulación en la virtud.
Cada 20 de julio, en una veintena de países latinoamericanos, se celebra el — día del amigo — . Fecha convergente con la celebración mundial de uno de los mayores hitos en la carrera espacial, el hombre por primera vez caminó en la Luna.
La llegada del hombre a la Luna
El 16 de julio de 1969, Apolo 11, la nave estadounidense tripulada por Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin E. Aldrin Jr., de 39 años y piloto del LEM, apodado Buzz; y Michael Collins, partió rumbo a la Luna. La denominación de las naves fue Aguila para el módulo lunar y Columbia para el módulo de mando.
Cuando los puntales del Módulo Lunar del Apolo 11 se encontraron con la superficie polvorienta de la Luna en una zona conocida como Mare Tranquilitatis, o “Mar de la Tranquilidad”, cuatro días, seis horas y cuarenta y seis minutos después del despegue, el 20 de julio de 1969, el comandante Neil Armstrong marcó la llegada con un mensaje de ocho palabras de vuelta a casa.
“Houston”, dijo Armstrong. “Aquí Base de Tranquilidad. El águila ha aterrizado.”
La tripulación del Apolo 11 había viajado 386.000 kilómetros desde la Tierra a bordo de la máquina más compleja jamás concebida, guiada por las computadoras más sofisticadas jamás construidas e impulsada por el cohete más poderoso jamás lanzado.
En Houston son las 15:17 del 20 de julio de 1969 (las 20:17:39 h UTC 5 ). El Aguila se posó sobre la superficie del satélite. En el momento del contacto el motor de descenso marcaba solo unos 30 segundos de combustible restante, alunizando a 38 metros de un cráter de 24 metros de diámetro, y varios de profundidad.
Seis horas y media después del alunizaje, los astronautas están preparados para salir del LEM. El primero en hacerlo es Armstrong, quien mientras desciende por las escaleras activa la cámara de televisión que retransmitirá imágenes a todo el mundo. Una vez hecho esto, describe a Houston lo que ve, y al pisar el suelo dice la famosa frase: «Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la Humanidad».
La Francmasonería en la Luna
El segundo hombre en pisar el suelo lunar fue Edwin E. “Buzz” Aldrin Jr., quien era miembro de la Logia Clear Lake №1417, perteneciente a la Gran Logia de Texas de Antíguos Libres y Aceptados Masones.
El Hermano Aldrin llevó consigo un encargo especial del entonces Gran Maestre J. Guy Smith, constituyendo y nombrando al Hermano Aldrin como Diputado Especial, le otorgó pleno poder para representar al Gran Maestre como tal y lo autorizó a divulgar — en coordenadas tan lejanas — , los principios de la Orden, desde la Gran Logia de Texas de Antiguos Libres y Aceptados Masones.
En ese histórico vuelo lunar del 16 al 24 de julio de 1969, el Hermano Aldrin, portó consigo una bandera, hecha de seda blanca, de 22 x 30 centímetros y bordeada por una banda de oro, con la leyenda “The Supreme Council, 33°, Southern Jurisdiction, USA” y el lema “Deus Meumque Jus”. La misma estaba decorada con el águila bicéfala.
La presencia de esta bandera simbolizó la importancia universal de la Masonería
Para conmemorar este evento histórico, y para solidificar y establecer aún más la Francmasonería de Texas en la Luna, se creó una nueva Logia, conocida como Logia Tranquility № 2000, con el objetivo de difundir, llevar a cabo y fomentar los principios humanitarios de la masonería para todas las personas, mediante la promoción de mejoras en la educación, la salud y el bienestar.
Así fué como Buzz Aldrin sentó las bases para la primera Logia Masónica en la Luna. La Logia Tranquility N° 2000 tiene su sede en Texas bajo los auspicios de la Gran Logia de Texas, hasta el momento en que dicha Logia pueda celebrar sus reuniones en la Luna.
“Cuando el hombre llegue a nuevos mundos, la Masonería estará alli.” — Buzz Aldrin — el segundo hombre en pisar la Luna — The New Age Magazine, noviembre de 1969
La creación del Día del Amigo
El 20 de julio de 1969, como millones de personas, Enrique Febbraro, profesor de psicología, filosofía e historia, músico, odontólogo y Hermano masón, estaba pegado a su televisión en la localidad de Lomas de Zamora, Argentina, viendo a Neil Armstrong y a Buzz Aldrin aterrizar en la luna. Al ser testigo de este un momento crucial en la historia humana que unió al mundo y borró las divisiones de raza, cultura e idioma, Febbraro sintió que todos los 20 de julio debían estar dedicados a la amistad.
Por ello, envió miles de cartas a diferentes personas de todo el mundo invitándolas a participar en el Día Internacional de la Amistad. Para su gran alegría, recibió 700 respuestas y siguió difundiendo el mensaje de amistad hasta que en 1979 se oficializó por decreto el Día del Amigo en Buenos Aires. Posteriormente fue propuesto para recibir dos Premios Nobel por su desinteresada labor en favor de la paz. y positividad. Aunque el pensador falleció en 2008, los argentinos siguen conmemorando la vida de Febbraro como uno de los ‘grandes amigos de la Argentina’.
“Viví el alunizaje como un gesto de amistad hacia el universo y al mismo tiempo me decía que un pueblo de amigos sería una nación imbatible. Entonces se decidió: ¡el 20 de julio es el día elegido!”. — Enrique Febbraro
En el día de la amistad — Respetable Logia Libertad Creadora N° 57.