Conmemoración del paso a Oriente Eterno (fallecimiento) del Hermano Masón Pedro Benoit
Hoy, 4 de abril de 2022, se cumplen 125 años del paso a Oriente Eterno –denominación masónica para indicar el fallecimiento de un miembro de la Orden — de Pedro Benoit. Este nombre, probablemente para todo platense, sea reconocido como uno de los grandes pilares en el surgimiento y progreso de la Ciudad.
Benoit nació en la ciudad de Buenos Aires, el 18 de febrero de 1836. Su familia era de origen francés, habiendo emigrado sus padres hacia el Rio de la Plata en 1818. Su vocación por la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo tenía raíces en el propio seno familiar. Su padre, Pierre Benoit, trabajó en la planificación de obras públicas con hombres de la talla de Bernardino Rivadavia y Manuel Dorrego. Por instrucción e iniciativa de su padre, con la edad de 14 años, Pedro Benoit integró el Departamento Topográfico y la Sección de Geodesia del Departamento de Ingenieros. Su crecimiento en el área fue rápido y pujante.
(…) “una conceptualización basada en la geometría y la simetría, y una “reunión” de los estilos arquitectónicos del mundo en los edificios públicos.”
En 1861 obtuvo el título de Agrimensor, y en 1879 el de Arquitecto; por último, en 1882, sumó el de Ingeniero Civil. Los conocimientos en estas áreas harían que, posteriormente, trabajara en los planos y desarrollos constructivos de la Ciudad de La Plata, junto a otras figuras distinguidas en esas ciencias, como Carlos Glade, o el mismo ideólogo del proyecto, Dardo Rocha. Varios de aquellos pioneros fueron activos masones.
En el caso particular de Benoit, ingresó en 1858 en la Logia “Consuelo del Infortunio” Nº 3, donde llegó a ser uno de sus vicepresidentes. En aquella Logia trabajó de forma activa hasta su mudanza a Merlo, donde también tuvo aportes muy relevantes desde su planificación y desarrollo. Aun así, estuvo a disposición de dicha Logia hasta su disolución, en 1869. A su vez, fue uno de los miembros fundadores de la Respetable Logia “La Plata” No 80, en 1885, la cual hoy en día se encuentra nuevamente vigente, tras un amplio período de inactividad.
Documento de la Logia “La Plata” No 80, donde figura el nombre de Pedro Benoit (su apellido aparece de la forma afrancesada “Benoix”).
Su recorrido masónico, aunado a sus conocimientos científicos, impulsó el diseño y posterior levantamiento de la Ciudad de La Plata, con conceptos novedosos y progresistas para la época. Por ejemplo, en la creación de la ciudad se tuvieron en cuenta precedentes como las epidemias ocurridas en la Ciudad de Buenos Aires, por lo que se hizo especial énfasis en un trazado higienista y equilibrado entre la urbe y la naturaleza. Además, la base de la fundación de La Plata se sostuvo en valores humanistas y diseños simbólicos: es evidente una “tendencia” o un “llamamiento” al centro, al reducirse la longitud de las manzanas de 120 a 60 metros en la zona central de la ciudad, una conceptualización basada en la geometría y la simetría, y una “reunión” de los estilos arquitectónicos del mundo en los edificios públicos. Sobre esto último, se decidió llamar a concurso para determinar los proyectos ganadores, los cuales fueron aquellos que con su estilo pudieran representar simbólicamente a la institución a funcionar. De esta forma, la ciudad se mantuvo a la vanguardia: por ejemplo, la Catedral, con un estilo neogótico, muestra la tendencia vertical del hombre para con lo superior, y el Palacio Municipal, con un estilo neorrenacentista alemán, seguía el paradigma de lo que, para aquellos años, debía ser un edificio secular. E incluso más, en 1886 La Plata fue la primera ciudad en América Latina con iluminación eléctrica, un aspecto que posicionó a la capital bonaerense como una verdadera referencia regional.
A lo largo de sus tareas en La Plata, Benoit intervino en el trazado de la ciudad misma, la Catedral, la Iglesia San Ponciano, el Arco de Entrada al Paseo del Bosque, la residencia Rocha (hoy museo), entre otras varias obras. En nuestra ciudad, también supo destacarse en el ámbito público, siendo Intendente Municipal en comisión entre 1893 y 1894.
Su influencia también se dio en otros puntos del país, además de La Plata y Merlo, en Buenos Aires, Ensenada, y Mar del Plata, siendo que en esta última ciudad se encargó, gratuitamente, de la construcción de la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia. Esta fue su última obra, culminada en forma póstuma por su hijo.
Pedro Benoit falleció un 4 de abril de 1897 en Mar del Plata, habiendo legado para la posteridad obras de inconmensurable importancia para el pueblo argentino.
Desde la Respetable Logia Libertad Creadora N° 57, reconocemos y recordamos al Hermano Pedro Benoit, con las palabras que Dardo Rocha expresó en sus honras fúnebres:
“veo desaparecer entre nosotros al viejo amigo, y al colaborador inteligente e infatigable de días de labor difícil, y de responsabilidades graves; no podrá olvidarse jamás el nombre del ingeniero Don Pedro Benoit mientras subsista la ciudad de La Plata, a cuyas obras públicas concurrió en tan grande parte, con inteligencia práctica, con esfuerzo superior a la resistencia ordinaria del organismo humano, con desinterés ejemplar y con una honradez tan atesorada, que la calumnia que nada respeta, jamás se atrevió a mancillarlo por el manejo de cuantiosas sumas que estuvieron a su cargo”.