[27 de AGOSTO | DÍA DE LA RADIOFONÍA ARGENTINA]
La Masonería, como Orden Iniciática, promueve el progreso y la expansión de la condición humana y sus mas nobles virtudes.
Sobre esta base, fomenta, alienta y pretende de sus miembros, la ampliación de los lazos fraternales en el mundo y el enriquecimiento de la Ciencia en su comprensión profunda. La República Argentina ha sido, en sus más de doscientos años de historia como tal, tierra desde donde se propagaron talentos, ideas y proyectos cautivantes para la humanidad toda, y donde los objetivos de la Orden han encontrado plena manifestación.
El 27 de agosto de 1920 a las 20:30 Hs (Hora de Argentina — UTC-3), un grupo de radioaficionados lograron materializar el fruto de una aventura que había iniciado ese mismo año, con la voz de Enrique Susini anunciando:
“Señoras y señores, la Sociedad Radio Argentina les presenta hoy el Festival sacro de Richard Wagner, Parsifal. Con la actuación del tenor Maestri, la soprano argentina Sara César y el barítono Rossi Morelli y los bajos Chirino y Paggi, todos bajo la dirección de Félix von Wingartner, secundado por el coro y la orquesta del Teatro Constanzi de Roma.”
Dicho evento se trató de la primera transmisión radiofónica abierta en el mundo, realizada desde la terraza del Teatro Coliseo en Buenos Aires. Este hito fue precursor en todo sentido, incluso previo al desarrollo en otros países — mas industrializados — , y con un esquema de medios más fuerte en aquella época, como Estados Unidos.
Llama la atención la capacidad técnica de los involucrados, porque hasta los implementos utilizados; puede decirse, que eran casi artesanales: una bocina para sordos, un micrófono y un transmisor de 5 watts, junto con algunos metros de alambre.
El proyecto fue comandado por Enrique Susini, un prolífico medico, intelectual y empresario argentino, incluso declarado por Albert Einstein como una de “las primeras inteligencias argentinas”. Junto a él estaban Cesar Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, quienes también tuvieron interesantes y prolíficos desempeños a lo largo de sus vidas. Interesados por el trabajo de Guillermo Marconi, padre de la radiotelegrafía, tenían conocimientos en el efecto eléctrico en la medicina, aunado con su afición por la radio.
Podría pensarse que este magno evento atrajo la atención de gran parte de la población porteña. Nada más lejos de eso. Menos de cien personas oyeron esta histórica transmisión radial; aunque este dato encierra una certeza que la misma Masonería arroga: las obras y esfuerzos que hoy no son reconocidos, serán proseguidos por quienes nos rodean y, eventualmente, progresaran como grandes frutos gracias al trabajo mancomunado.
Esta Respetable Logia Libertad Creadora N° 57 de La Plata, rinde homenaje a la Ciencia argentina que, mediante aquellos pioneros llamados “Los Locos de la Azotea”, sentaron los antecedentes de la Radiofonía nacional.